domingo, 28 de abril de 2019

Consumo de arroz y problemas nutricionales en los países consumidores

En treinta y nueve países del mundo el arroz constituye la alimentación básica, aunque la dependencia de este producto para obtener energía alimentaria es mucho mayor en Asia que en otras regiones. La dependencia energética del arroz en Asia meridional y sudoriental es superior a la de cualquier otro producto básico en las demás regiones. Asia meridional tiene también la menor ingestión de energía. El arroz proporciona entre 35 y el 59 por ciento de la energía consumida por 2.700 millones de personas en Asia. Como promedio, el 8 por ciento de la energía alimentaria es suministrada por el arroz a 1.000 millones de personas en África y América Latina. Según datos de la FAO, la disponibilidad per cápita de arroz elaborado en distintos países asiáticos en 1987-1989 iba del 19 a más de 76 por ciento del aporte total de energía alimentaria. Esta equivale a una disponibilidad de arroz elaborado que va de 40 kg hasta 161 kg por persona por año.


La contribución proteínica del arroz a la alimentación, con arreglo a las Hojas de balance de alimentos. Promedio 1979-81, arrojó una aportación del 69,2 por ciento en Asia meridional y del 51,4 por ciento en Asia sudoriental. Estos porcentajes son superiores a la aportación de cualquier otra proteína cerealera en cualquier región del mundo.

Exceptuados los países asiáticos de mayores ingresos, el consumo de arroz por persona se ha mantenido estable o ha aumentado solo medianamente en los últimos 30 años. El consumo total sigue aumentado en estrecha relación con el crecimiento demográfico y el aumento de los ingresos. Las existencias de arroz, los ingresos personales y la disponibilidad y precios de sustitutos alimentarios son los principales elementos determinantes de la diversidad en los regímenes alimentarios asiáticos, sobre todo por lo que respecta a la calidad del arroz que se consume. Pero el mayor elemento que influye en la demanda sigue siendo el crecimiento demográfico imparable, especialmente en los países más pobres, donde el arroz constituye el componente mas importante de su alimentación.

Dentro de un mismo país, el consumo de arroz es superior en las zonas rurales que en las urbanas. Aunque la elasticidad de los ingresos del arroz se reducirá indudablemente al aumentar estos, sólo en Japón, Malasia, Singapur, Taiwán y Tailandia tienen unos niveles de ingresos que sostienen unas estimaciones negativas de las elasticidades de los ingresos del arroz. Sin embargo, la población y el consumo de arroz en estos cinco países representan menos del 10 por ciento de los totales correspondientes a Asia. En la mayoría de los países asiáticos, el arroz no es por lo tanto un alimento inferior y las elasticidades de los ingresos del arroz seguirán probablemente siendo positivas a todo lo largo de la década de 1990.

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